YASunidos al país.

Al parecer las «cosas importantes de la vida», como la política, la economía, la macro economía… solo son válidas en tanto en cuanto puedan presentar datos, números, cifras, y mientras más y mayores sean estas mejor, veámoslo con ejemplos:

En el Bloque ITT, de un momento a otro, la reserva petrolera pasó de 920 millones de barriles de petróleo a 840 millones y luego, nuevamente a 920 millones, con un costo en dólares de 7 mil millones (mientras estuvo en vigencia la Iniciativa Yasuní-ITT), para posteriormente alcanzar un valor de 18 mil millones con la declaratoria de interés nacional aprobada por la Asamblea. Todo esto sin que aparentemente afecte el precio del barril de petróleo.

Se anuncia ahora que se han encontrado 750 millones de barriles de petróleo más (un gran total de 1.670 millones de barriles en el subsuelo del Yasuní), es decir, en palabras del vicepresidente Glas contamos con 19.500 millones de dólares adicionales, que sumados a los 18 mil millones que costaban los 920 millones de barriles anteriores nos da un gran total de… «una inmensa cantidad» de miles de millones de dólares con las que por fin se podrán atender [ahora sí] a las poblaciones empobrecidas de la Amazonía, además de los miles de afectados por el terremoto de abril.

Por cierto, no pierda su tiempo en preguntar[se] en qué tipo de matemáticas: 920 millones de barriles cuestan 18 mil millones, mientras 750 millones de barriles (una cantidad menor) cuestan 19.500 millones de dólares… intentando explicarlo mediante una de esas fórmulas que parecen extraídas de las clases impartidas por el Señor Presidente:

si:   
(A) (a)
920 millones bp=18 mil millones USD
 y  
(B) (b)
750 millones bp=19.500 millones USD
 entonces:   
Aa  ;  B = b   por tanto   A > B  ;  a < b    esperen    ¿ a < b ?  es decir  ¿???

Si no lo entendió, no se preocupe, esa es precisamente la idea, lo que importa es tener muchas cifras, muchos datos, muchos números y más números, mientras más difícil de entender mejor, al final este no es un tema para la gente común [usted o nosotros], es un tema de economistas, especialistas, tecnócratas, es decir para la gente que tiene la «capacidad» de guiar un país tan complicado como el nuestro.

Y como lo nuestro no son las cifras, entonces nos sentimos obligados a dejar modestamente sentadas nuestras dudas y reflexiones:

La industria petrolera al igual que la industria minera y otros tantos negocios multimillonarios, funcionan y ganan dinero en el mundo de la especulación, por tanto, aumentan o disminuyen reservas aquí y allá de acuerdo a la coyuntura política y económica de cada país o región con el fin de justificar negociaciones, contratos, licitaciones, concesiones, etc. etc., es decir, conseguir ventajas contractuales, que aseguren y garanticen la ininterrumpida ganancia de inmensas cantidades de dinero.

En un momento en que el Ecuador atraviesa una gravísima crisis económica y busca desesperadamente atraer inversiones externas, resulta poco menos que sospechoso el «milagroso» incremento de nuevas reservas «descubiertas» en el bloque ITT.

Nos preguntamos entonces:

  • ¿Con qué objetivo se ordenó un estudio como el realizado por la Ryder Scott para certificar el incremento de 750 millones de barriles a las reservas del bloque 43 (ITT)?.
  • ¿No será que se busca institucionalizar una política de venta anticipada de petróleo y vender más allá del petróleo que realmente tenemos?.
  • ¿No habría sido más útil y necesario un estudio sobre riesgos sísmicos y la pertinencia de construir una nueva refinería en una zona recién azotada por un terremoto de la magnitud del de abril pasado?.
  • ¿De qué manera se implementarán las observaciones realizadas por el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en relación a la situación de vulnerabilidad de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario Tagaeri y Taromenane, donde entre otros puntos se anota: «… en particular garantizando que no se realicen actividades extractivas o de otro tipo que los coloquen en una situación de mayor vulnerabilidad»?.

En esta perspectiva y dadas las nuevas circunstancias del Yasuní-ITT y la evidente «fiebre» de consultas que resurge, nos ratificamos en nuestra demanda y exigimos que se respete la voluntad del pueblo.

Ecuador tiene derecho a una consulta popular para decidir sobre el petróleo en el Yasuní, este es el momento.

YASunidos.

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